A veces tengo la necesidad imperiosa de tirar de mi piel, desgarrarla y enseñar mis tripas tal cual son. Sin palabras adecuadas, sin al mal tiempo buena cara, sin composturas guardadas. Gritar cuatro obscenidades. Rendirme. Hundirme. Ahogarme. Y reconocer que ni soy tan dura ni estoy bien sola ni tengo todo bajo control.
3 comentarios:
Quizás por eso la mía se estira tanto... (bueno, puede ser ya la edad, pero mantenlo en secreto)
Besos
Y me apunto tu recomendación literaria de arriba :)
A veces la piel necesita contacto...muak!
.. y que bien sienta hacerlo de tanto en tanto...
Un abrazo lleno de un hermoso otoño...
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