...y después de un par de años sin vernos, me los encuentro en medio del monte. Y sinceramente siento alegría al verlos porque hacía tiempo que no sabía de ellos. Pero apenas tenemos de qué hablar y tras un saludo cortés llega un incómodo silencio. Y sigo caminando y me asaltan pensamientos de envidia porque sigan juntos y yo tan sola. Y me enfado conmigo misma por ser tan mezquina y tan humana...
1 comentario:
Bienvenida a esa parte de la mezquindad más humana...
Un abrazo desde las montañas...
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