mi propia colección de pruebas de decatlon

Viernes tarde-noche: Lanzamiento y esquive de puñales de diverso tipo.
En una reunión de trabajo apocalípica hasta las 10.

Viernes noche-noche: Alzamiento mantenido sobre las puntas de los pies.
Para ver algo en el conciertazo-show de las 3 ladies of blues, a tope de gente disfrutando del salero de estas viejas divas.

Sábado 7 y media de la mañana: Ejercicio de autocontrol verbal y físico.
Para no matar al amigo que me vino a buscar a casa a esa hora de la madrugada, para ir a una carrera que en realidad era a las 9 de la noche.

Sábado mañana temprano: Prácticas de perdón.
Frente a una taza de chocolate con churros, para compensarme por el “servicio de despertador”. Esta prueba del decathlon no la he superado, pienso seguir echándoselo en cara mucho tiempo.

Sábado mañana y tarde: Rodaje.
Pero no del de correr, sino del de cortometrajes. Mis primeras prácticas haciendo recados varios, que me hicieron ganarme una aparición estelar en la cola de un supermercado, con un diálogo profundo en el que le digo “hola” a la cajera.

Sábado noche: Legua sauzalera.
Me fallan todos mis compis y fans (incluido el que me despertó a las siete y media, el muy sinvergüenza), pero yo me voy al Sauzal y corro las diez vueltas de los 5.400 metros, cada una más empinada que la anterior.

Sábado más noche: Podium.
Éramos tan pocas (ésta es la única faceta de mi vida en que son más los tíos que las tías) que llego primera de veteranas y tercera de la general. Me gano mis primeros 60 eurillos en una competición, y como no hubo fans, pues no invito a nadie, ¡hala!. Truco: competir en carreras que coinciden con otras “más importantes” para que no vengan los/las que corren mucho.

Domingo mañana: Día de perros.
Me voy a dar una vuelta con los perros y uno decide escaparse detrás de unos perros cazadores aparentemente abandonados. Cinco horas y varias leguas después, lo encuentro, o me encuentra él a mí.

Domingo tarde: Regate en corto.
Continúo de recadera hasta acabar el rodaje del corto. Esto del cine es divertido, pero mucho más trabajo de lo que parece. Estoy agotada.

Domingo noche: Test de conducir.
Tras una prórroga y una tanda de penaltis, la última prueba del decatlon fue volver a casa a la misma hora que miles de futboleros ¡menudo atasco!