Escucho una canción de la que me llama la atención esta frase
“Como dos bicicletas bien aparcadas,
así dormimos juntos sobre la cama.”
Tan simple, tan gráfico, tan bonito…
Me quedo escuchándola:
Como dos bicicletas bien aparcadas,
así dormimos juntos sobre la cama.
Como siempre jugamos a adivinanzas
engañamos al tiempo y le hacemos trampas.
Hay un pueblo perdido bajo las aguas,
aún se oye el tañido de su campana.
Huele a romero, hierbabuena y albahaca,
tu alma tiene la edad de lo que amas.
Dos bicicletas enamoradas
tocan el timbre de madrugada.
Como aquellos dos niños que se besaban,
el volcán despertó y los cubrió de lava.
Luciérnagas que tiemblan bajo la escarcha,
yo soy tú, tú eres yo, sobran las palabras.
Dos bicicletas enamoradas
tocan el timbre de madrugada.
Duerme, princesa, mira que pasa
la luna en llamas por la terraza.
Dos bicicletas enamoradas
tocan el timbre de madrugada.
Y luego resulta que entrevistan a su autor, Ángel Petisme, quien además de ser cantautor, es poeta (¿o es lo mismo?) y ha publicado recientemente su libro “Cinta transportadora” y lee uno de los poemas:
MAPA DE BESOS
Los besos en Zaragoza saben a quinto de Ámbar,
a coliflor de la papelera de Montañana
y al lápiz de labios de esa madame teñida
que regenta el Linares, un bar por San Vicente de Paúl.
La gramola a 50 céntimos dos canciones.
Por los labios del tiempo, besos para tocar la vida.
En el Puente de Piedra frente a la estatua del padre Boggiero,
con vistas al Club Náutico y el Pilar,
me encanta darte besos a la francesa.
A la izquierda del Club Náutico siempre imaginé
las bodegas de sangre del Ebro de Miguel Labordeta.
Besos de cierzo, como un kalashnikov
que te parte la cara,
abrazando a una mujer de niebla.
Me recuerda la peli de Leo Carax Les Amants du Pont Neuf,
Juliette Binoche con un parche en el ojo.
Los besos en Zaragoza saben a plazo fijo, a hipoteca de Ibercaja
y chantaje al futuro. A estrellas en el Parque Grande
que estiran sus brazos hacia los hombres
y se suicidan en el Canal Imperial como bonzos.
Besos de Brugal con limón, de penas que aún no tienen nombre,
de luz sin tiempo dentro y promesas vacías
en Salou, la playa de Aragón.
Cualquier banco de una plaza recoleta,
San Felipe, San Pedro Nolasco, Santa Cruz,
son estupendos para poner a prueba mis empastes,
tocarte el alma con la lengua
y tararear un tema de Paul Weller. 22 sueños, por ejemplo.
Zaragoza sabe a besos de cine en el Elíseos
y al ambientador de canela y vainilla
de los váteres de La Luna y el Bacharach.
Besos Casablanca, Lost in Translation, besos Encadenados,
Blade Runner, Cuerpos Ardientes de Lawrence Kasdan…
Besos dentro de un beso. Zaragoza metalingual.
Lo leí en una pared de un bar de Zaragoza:
que cuando peor estemos, como ahora.
Me pedí un gin tonic, la camarera me sonrío.
Yo sonreí y desplegué las alas.
Brindamos por los regalos del presente.
Y también me gusta. Me gustan estos descubrimientos.
Y pienso que yo podría atreverme también a hacer mi mapa de besos.
¿Y tú? ¿Te atreves?
9 comentarios:
Me encanta lo de "tu alma tiene la edad de lo que amas".
Besos desde un punto en el mapa:)
Angel... compartí viaje con él hace unos años... gran letrista (poeta, músico, qué mas da!)
Besicos
Genial la canción y el poema...Gracias por descubrirlo también para mi.
Mi mapa de besos es demasiado sexual para contarlo por aquí...¡¡¡amo besar!!!...
besitos.
Acabo de llegar a tu blog desde no me acuerdo cuál (es lo que tiene ir de blog en blog.... ¿Podría ser de Scriptoria?). El caso es que te he empezado a leer y lo primero que me he encontrado ha sido una canción de Petisme, y a continuación el texto de otra de sus canciones, la de "mapa de besos". Y es que Zaragoza es mucha Zaragoza....
Abrazos, y hasta más leer.
Eso del alma y la edad, que apunta Pokol, lo suelen usar en otra de sus versiones ("El hombre tiene la edad de la mujer a la que ama") los viejos verdes para justificarse. (Ni que fuera necesario.)
"una mujer necesita a un hombre como un pez una bicicleta..." Me vino a la mente este verso de una vieja canción no sé por qué.
Yo llevo trazando mi mapa del tesoro de los besos desde hace mucho tiempo :D
Una parte es visible, la otra no, está rota en trozos y, como todo buen mapa del tesoro, hay que encontrarlos.
Besitos
MAPA DE BESOS Y ABRAZOS
Los mapas del cielo cambian cada día. Como los de la vida.
Los mapas de besos y de abrazos... se mueven... son difíciles de trazar... y mejor no hacerlo... si dejan de ser espontáneos, improvisados... pierden su esencia.
Hay mapas de besos y abrazos que hemos dado y que hemos recibido, otros de los que nunca dimos y que nunca nos dieron, y también están los que guardamos en un botecito de cristal y cerramos rápidamente para que no se escapen (y cuando asoman sorprenden).
Qué ricos los besos íntimos, a escondidas, los apasionados, los de amistad, los de cariño. Qué buenos los abrazos que no quiero que se acaben, los que no han empezado todavía, los que me hacen temblar como una hojita de álamo... los que hacen que crezcan mis alas y que me sienta etérea... Pero sobre todo, qué buenos esos que me recuerdan que soy pequeña, fugaz y con pies de barro.
¿Y qué hay de los besos al agua y de los abrazos a la roca?
Para los amigos que se han quedado en las montañas. Para los que están aquí. Besos y abrazos.
...Mira: vuelan, ascienden, el azul los adopta... LOS BESOS. Vicente Aleixandre
Gracias Ona
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