viernes, 4 de diciembre de 2009

De Moscú a Irkutsk

Una novela de esas que te enganchan, como un cómic o una de aquellas pelis de las 4, donde los buenos son tan buenos y los malos tan malísimos. Pero a Julio Verne se le perdona la simplificación de la condición humana, pues lo compensa con una aventura tras otra, que no dejan descansar ni casi dormir al pobre Miguel Strogoff, empeñado en salvar el santo imperio de Las Rusias de la traición de los tártaros super villanos.




























(La ruta del muchacho, que deja corto cualquier ultra maratón actual)


Pero lo que más me ha sorprendido de la historia es cómo pudo Julio Verne escribir un tratado tan detallado de geografía de 5.523 kilómetros, sin tener Google Earth. Porque a mí, con Google Earth y todo, me ha costado seguir la ruta... pero me he quedado boquiabierta cuando he localizado desiertos, pantanos, estuarios y ciudades casi tal cual él las describió.


Verne contaba con unos mapas muy sencillos (que por cierto, están todos los de sus libros de viajes en esta joyita de página). Unos mapas muy sencillos y una gran intuición, además de buenas amistades... entre las que parece que se encontraba algún viajero siberiano.


Los antiguos países soviéticos han cambiado tanto desde la época en que transcurre la novela... Con puentes como éste ya no es necesario cruzar los ríos con arrojo strogoffiano:















(Puente sobre el Yenisey. Foto de Dmitri Antipov en Google Earth.)




Pero debe de seguir teniendo el mismo mérito de entonces cruzar los pantanos de La Baraba:



























(Foto de Google Earth)





Claro que Strogoff se enfrentó a tormentas, osos, ríos caudalosos y traidores sin escrúpulos, pero al menos no tuvo que pasar de puntillas por sitios como éste:
























(Cerca de Tomsk. Foto de Greentomsk, en Google Earth)



¡Qué maravillas hubiera hecho Julio Verne con internet en casa!

10 comentarios:

bjosemora dijo...

Recomiendo una novela de viajes extaordinaria e inquietante (o extraordinariamente inquietante) de Poe, "Las aventuras de Arthur Gordon Pym". Cómo sería de inquietante que Verne se atrevió a escribir una continuación, titulada "La esfinge de los hielos".

Furacán dijo...

Pues la verdad es que si que resulta sorprendente, hay gente que viajando conoce menos mundo del que lo hizo Verne sin viajar.

Anónimo dijo...

Lo que más me maravilla de entre los viajes son los del hombre de Cromañón que partiendo de Asia pobló Europa y cruzando el Atlantico en epoca glacial llegó a América. También se habla de pasar por el estrecho de Bering.
Esta gente no sabía de Google Earth, vaya con lo que salgo, pero es que ni sabían a donde iban. Es muy asombroso, aunque pudieran tardar mil años en hacer una travesía consolidada.
Es apasionante pensar en esa época de hace 25.000 años para acá e imaginar su aventura por la tierra.

Por otro lado Julio Verne debió ser abducido y todo lo que conoció en esas circunstancia le dió para escribir sus libros visionarios. Es una teoría de rana de secano.

Conciencia Personal dijo...

Al igual que Verne, Marco Polo trazó la cartografía perfecta de la imaginación y la realidad. Viajar es vida en movimiento...

Abrazos invernales, Monique.

Pokol dijo...

Si Julio Verne hubiera vivido en nuestra época seguiría sabiendo más que nosotros y nunca le creeríamos.

Pep dijo...

El tres es un número aparte. Aquel lunes comenzó como cualquier otro (Castillos de cartón. Almudena Grandes. tusquets)
Saluz

Lydia dijo...

Que interesante entrada. El otro dia por casualidad verifique los Julio Verne que tenia en casa a ver si me apetecía uno. Debo decir que un libro de él que me influenció para el resto de mi vida fué 5 semanas en ballón, dónde se hace un viaje a Africa. Cuando lo leí me juré que yo tambien iría a Africa, y lo hize. Verne me abrió la mente, me hizo sentir universal y además me dió el gustillo por los animales salvajes, la naturaleza y sobre todo! los viajes.

La historia de como percivimos la tierra está tan unida a la realización de los mapas. Sin ellos seriamos unos sordos y ciegos. Lindbergh, el famoso piloto, y su esposa, participaron en la creación de mapas. En el diario de Anne Morrow Lindbergh podemos participar en sus viajes, es muy interesante.

Un abrazo,

Noesperesnada dijo...

No quiero ni pensar lo que hubiera escrito Julio Verne al ver el mundo como lo podemos ver hoy...

HUITZILOPOCHTLI dijo...

HABLAR DE VERNE ES HABLAR DE POESIA, DE ARTE, DE PINTURA. LETRA A LETRA NOS ALIMENTA EL ALMA CON UN VIAJE, UN AROMA O UN SONIDO. VERNE NOS ARROJA A LOS MARES DE LA MAS GRANDIOSA LITERATURA Y NOS ARROPA CON LAS ESTRELLAS DE SU GRANDIOSO INGENIO.

VIVA VERNE! VIVA LA TIERRA QUE HA ENGENDRADO TAN MAGNIFICO SER DE PRIMAVERA, DE OTOÑO, DE INVIERNO... DE ETERNIDAD!!!

HUITZILOPOCHTLI dijo...

HABLAR DE VERNE ES HABLAR DE POESIA, DE ARTE, DE PINTURA. LETRA A LETRA NOS ALIMENTA EL ALMA CON UN VIAJE, UN AROMA O UN SONIDO. VERNE NOS ARROJA A LOS MARES DE LA MAS GRANDIOSA LITERATURA Y NOS ARROPA CON LAS ESTRELLAS DE SU GRANDIOSO INGENIO.

VIVA VERNE! VIVA LA TIERRA QUE HA ENGENDRADO TAN MAGNIFICO SER DE PRIMAVERA, DE OTOÑO, DE INVIERNO... DE ETERNIDAD!!!