martes, 30 de junio de 2009

en la sierra


Salimos de Trinidad rumbo a la Sierra del Escambray. La carretera serpentea y sube muy pendiente entre lomas cubiertas de selva. Unas chicas están haciendo botella. Las recogemos y no pueden parar de reírse. La adolescencia es universal.

Arriba en la montaña resulta que hay un pueblo, un hotel de estilo soviético y un punto de información. Pagamos por entrar al Parque Nacional de Topes de Collantes. Comenzamos a bajar por el sendero Caburni.

La gente nos adelanta, debe ser porque su único objetivo es llegar cuanto antes a bañarse a los charcos. Con la cantidad de cosas que hay por el camino que observar, sorprenderse, fotografiar… El calor y la humedad son tan altos que sudamos incluso bajando.

Luego, la cascada, el río, los pequeños spas… Intento nadar hacia la cascada, nado fuerte, pero la corriente puede más que yo, me dejo llevar por el agua mientras unos pájaros pequeños y revoltosos juegan al pilla pilla sobre mí. Me quedaría un rato más, pero hay que volver hasta el coche y hacer unos cientos de kilómetros hasta La Habana. Así que guardo el momento en mi cabeza, para sacarlo de nuevo de vez en cuando.

Volviendo hacia la capital, es imposible sortear la cantidad de pequeños cangrejos que inundan la carretera de la costa. Me hacen gracia y me dan pena. Se creen tan inexpugnables con su coraza y sus pequeñas pinzas que lejos de huir de los coches, se ponen chulos y nos amenazan chasqueando sus armas. Me bajo del coche para fotografiarlos y se me viran amenazadores y preciosos.

Cuando asoma el caótico perfil de La Habana siento una mezcla de nostalgia por dejar atrás la asombrosa naturaleza de la isla y un poco de alegría porque reconozco que la ciudad tiene un imán, un no se qué, un algo que engancha y la convierte en una de esos lugares del mundo que te hace sentir parte de su vida.

lunes, 29 de junio de 2009

trinidad

Salimos rumbo al centro de la isla. Las nubes anuncian otro espectáculo, que comienza puntualmente cuando llegamos a Cienfuegos. Relámpagos, truenos y la lluvia que cae concentrada en apenas una hora. Me acuerdo de la cancíon de Silvio... llueve otra vez... detrás de mis frontales... entre oreja y oreja nubes bajas... La carretera hacia Trinidad es preciosa, con enormes mangos llenos de frutas empezando a enrojecer.

Trinidad es una joyita, una ciudad colonial que el declive del comercio del azúcar sumió en el olvido y, por tanto, en la conservación. Aquí los negros son negros, negros negros, descendientes directos de los esclavos, parece que apenas sin mezcla. Negros que han ocupado las mansiones de sus antiguos amos. Nos quedamos a dormir en una casita preciosa, con un columpio en el tejado donde no me hubiera importado dejar pasar las horas con un buen libro cubano... pero mejor damos un paseo por el empedrado desigual y nos acercamos a la plaza de la iglesia, donde cada noche vecinos y turistas bailan al son de unas cuantas orquestas locales. Yo no me atrevo, aquí todo el mundo baila como un auténtico profesional.


viernes, 26 de junio de 2009

rumbo oeste

Tomar un coche de alquiler en Cuba es una pequeña aventura. Primero reservarlo porque sencillamente no se puede reservar (al menos no en donde preguntamos). Simplemente vas de oficina en oficina hasta que tienen uno libre. Y luego conducir, porque las señales indicadoras son una especie en peligro de extinción. Un señor nos dijo: pero miren carteles de Fidel todos los que hay...

Al final descubres que el método para llegar, después de unas cuantas desorientaciones y preguntas, es subir a alguien que esté haciendo botella (dedo) y que te ayude a llegar. Una cuestión de ayuda mútua y que da preciosas oportunidades para hablar con la gente y conocer de primera mano un poco de la vida cotidiana en el país.

Pues así, en nuestra tercera jornada en la isla, partimos rumbo al Valle de Viñales, Patrimonio de la Humanidad, a lo largo de una autopista de unos 8 carriles (calculados a ojo, porque no había marcas pintadas) hacia Pinar del Río, donde gosssamos nuestra primera tormenta tropical, impresionantemente pasajera.

Luego, tomamos una cápsula espacio-temporal para viajar a un paisaje digno del jurásico, plagado de mogotes que amenazaban con esconder pterodáctilos, y a la época colonial de plantaciones de tabaco y pequeñas casitas con porche y mecedora.

miércoles, 24 de junio de 2009

habaneando


Segundo día en La Habana. Seguimos callejeando sin tregua. A unos 30 y pico grados de temperatura, pero una sensación térmica que superaba ampliamente los 40 por la humedad. Aquí no se te seca el sudor nunca. Siempre andas empapada. Y la mente empapada también de colores, olores, sonidos...




La Habana no deja descanso a las neuronas ni a los pies. Siempre hay un callejón más al que quieres echarle un vistazo. Siempre una chica flaca que se te acerca para decirte que cerca hay una tienda donde comprarle algo de aceite para sus hijos, siempre una puerta a la que asomarte para descubrir la retorcida escalera de un palacete revolucionado a chabola...



Coches clásicos de los 50 pintados a brocha de colores caribeños, cola delante del consulado español, el malecón... ¿por qué será famoso el malécón? Un descanso en el Coppelia, en el rincón reservado a los turistas, aunque luego nos colamos entre la multitud de gente para ver si localizamos la mesa de fresa y chocolate...


Y más calor y más empape de neuronas hasta la Plaza de La Revolución, de sabor soviético, para ver desde lo alto de la torre que La Habana es inmensa, inconmensurable, inabarcable, inneuronable, inrestaurable...

martes, 23 de junio de 2009

revolución


Museo de La Revolución, La Habana





viernes, 19 de junio de 2009

havana 7

Considerada el París de Las Antillas en los años 30, La Habana se me aparece hoy deshecha, espectacular, viva, descompuesta, amable, compleja, suave.
Primer día en La Habana: Siete impresiones.


viernes, 5 de junio de 2009

El París de Las Antillas

A partir del 18 de junio, en este blog.

jueves, 4 de junio de 2009

esaltassión



... esaltassión de lo que nos identifica como pueblo... ni que yo levantara un arado todos los días antes de desayunar...




... 30 de mayo... día de canarias...

miércoles, 3 de junio de 2009

la mandrila

El sábado participé en una carrera por etapas por la isla. A mí me tocaron casi 18 kilómetros de los cuales algo más de 10 eran un descenso vertiginoso de 900 metros de desnivel hasta el mar, para luego arrastrarme los 8 restantes por llanos que parecían subidas y subidas que parecían paredes, con un sol y un calor de agosto inmisericorde hasta la meta.


La verdad que, tal y como lo cuento, parece una tortura, pero tengo que reconocer mi componente masoca, porque hasta lo pasé bien (menos el último par de kilómetros donde ya sólo pensaba en llegar, llegar, llegar…).


Mi equipo quedó campeón de una larga lista de nada menos que 2 equipos femeninos :P y yo mejoré el tiempo que había previsto con un flamante 1:29. Luego, probé un artilugio que tenían para respirar oxígeno puro, en el que no sé si parecía la niña burbuja o una mandrila en el zoo.


El domingo no me podía mover de agujetas. El lunes aún menos. El martes algo mejor. Hoy ya estoy pensando en la siguiente carrera.

Fotos “cortesía” de Bejota.

martes, 2 de junio de 2009

Por si a alguien la intriga no le deja vivir...

La pregunta que lanzaba aquí, acerca de si alguien me veía en alguna foto, se responde con:


:)

lunes, 1 de junio de 2009

acabó mayo, el mes del blasoneo

A pesar de que reconozco que esta vez me pasé un poco y les pedí demasiado, el mes se cierra con un balance muy fructífero.



Aquí va el listado:





Pep: y su enigmática h3r4ld1k4

Lydia apunta: "Yo no se dibujar, que rabia, pero pondria en mi blasón a una perra negra, una pastora belga orgullosa y altanera y sobre cada uno de sus ombros un perrito de la pradera. Este seria mi blasón que me protegería de los bandoleros que corren por los caminos.

Mi blasón.

Furi: Entreno con escudo.
y ¡GRAN EXCLUSIVA! ¿Én qué piensa Furi mientras entrena?


Y Pekas remata: En el lado superior derecho de mi "rincón" ;-))) te he dejado una muestra de mi ´"blasón"... ( o escudo.. o emblema.. o leivmotiv.. ) ;-)))
Un Trisquel rodeado por un Ouroburos ... Comentarte que en concreto son las piezas que llevo en el brazo cuando práctico el tiro con arco...




¡Y ES QUE SOMOS UN GRAN EQUIPO!