El sábado participé en una carrera por etapas por la isla. A mí me tocaron casi 18 kilómetros de los cuales algo más de 10 eran un descenso vertiginoso de 900 metros de desnivel hasta el mar, para luego arrastrarme los 8 restantes por llanos que parecían subidas y subidas que parecían paredes, con un sol y un calor de agosto inmisericorde hasta la meta.
La verdad que, tal y como lo cuento, parece una tortura, pero tengo que reconocer mi componente masoca, porque hasta lo pasé bien (menos el último par de kilómetros donde ya sólo pensaba en llegar, llegar, llegar…).
Mi equipo quedó campeón de una larga lista de nada menos que 2 equipos femeninos :P y yo mejoré el tiempo que había previsto con un flamante 1:29. Luego, probé un artilugio que tenían para respirar oxígeno puro, en el que no sé si parecía la niña burbuja o una mandrila en el zoo.
El domingo no me podía mover de agujetas. El lunes aún menos. El martes algo mejor. Hoy ya estoy pensando en la siguiente carrera.
5 comentarios:
Enhorabuena por la victoria!
Uff ese artilugio no sé yo, que claustrofóbico, parece que te tienen ahí en cuarentena jaja
Las agujetas no me extraña, 10 km en descenso con ese desnivel como para no tenerlas!
Dicen que las agujetas son buenas, pero hay veces que hay que denostarlas, verdad?
Besicos
... estirar + y mejor ... es lo ke dizen ... mira ... ahora mismo me voy a estirar ...
Saluz
Si ya se lo digo yo...
eso.. eso.. a estirar se ha dicho.. eaa... yo también ..
Estiramientos + "siesta del carnero"... = que bien me siento.. juerrrrrrrrrrr... !!! :-))))
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