martes, 23 de febrero de 2010

NOVENTA Y CUATRO, así con mayúsculas.













































La adoro.

9 comentarios:

AdR dijo...

Es algo sorprendentemente bello.

Furacán dijo...

Me gusta mucho la imagen de las manos, siempre me han parecido como un lienzo donde quedan reflejados los sucesos de toda una vida. 94, lo que ha cambiado el mundo en esos años, felicidades.

Lydia dijo...

Este post es muy emocionante. Me ha hecho llorar.


Un beso,

volare dijo...

Qué linda!!!

Belén dijo...

Pedazo fotos, guapa!

Besicos

nacho dijo...

Muchos horizontes batidos cara a cara han labrado los surcos en su frente. Son como los círculos de un árbol en los que se puede leer toda la vida.
Hay en la mirada de ese ojo una invocación al infinito, una búsqueda del paraiso o del camino que allí conduce. Paciente y entero, ese ojo recuerda el momento del parto simbolizado en el corte del globo ocular en "le chien andalus" de Buñuel. Algo nace a cada momento cuando a los 94 se abre tanto la mirada.
Las manos se aplanan como la tierra y como en ella se lee el rastro de tantos pasos por encima, tanta carreta con voluntad y esperanza danzando en busca de felicidad y asiento. El anillo brilla sobremanera y es como un faro indicando al mar adentro que hay una huella indeleble, algo que se mantiene con la misma autenticidad, que tiene y que espera allí donde su paralelo sepa encontrale.
Un beso suavecito, como una brisa atracando en toda su serenidad.

Conciencia Personal dijo...

El tiempo, la sabiduría y el amor a lo que se ama, siempre será tatuado en mayúsculas...Las fotos cargan sentimiento.

Un beso. Monique.

francesc dijo...

Emociona pensar, todo lo que esos ojos habran mirado y esas manos sentido
Felicidades
Un beso

Pekas dijo...

Hermosos noventa y cuatros...