Carmen Laforet escribió “Nada” con tan sólo 23 años. Como una Mary Shelley española, nos habla de monstruos, mucho más tenebrosos que el tierno Frankenstein porque, tras una apariencia normal, esconden hondas cicatrices de rencor, soledad y violencia aceptada.
Andrea, una chica provinciana, llega cargada de ilusiones a vivir a casa de su familia en la Barcelona de la posguerra. Lo que encuentra no es precisamente lo que esperaba. Vive su propia soledad y apenas se integra en un mundo de apariencias y secretos que no es el suyo. Llega y tras su primer año en la universidad, se marcha. Pero mientras nos hace descubrir una serie de personajes, de historias, magistralmente dibujados a través de los ojos de una joven hambrienta de pan y de vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Querida Granota: tu nota no tiene desperdicio. Es breve, pero intensa. Creo que resumes en unas cuantas líneas el vértice del libro, su sustancia.
Me has recordado lo bello y oportuno de este libro: su título perfecto, pues es el más adecuado para lo que cuenta; lo interesante que pueden resultar ese puñado de vidas desperdiciadas que cuenta la novela, a pesar de su vacuidad. Toda esa tristeza concentrada. En fin.
Ya enlacé tu nota desde Facebook. No sé si tienes cuenta. Si es así, dime para agregarte.
Estaré al pendiente de tus lecturas. Un abrazo.
Me gusta tu faceta de crítica literaria, buen apunte!
Lo tengo pendiente, lo sé, es imperdonable.
Besos
Buf, hace que no lo releo años!!!!
Lo volveré a hacer...
Besicos
En esta novela parece que no pase nada, es el reflejo de una epoca triste y gris. Me extraña que tuviese un premio, los censores no vieron la importancia de esta obra, el espejo que era de un vacio horrible. Pero los que leian para censurar eran unos tontos, unos imbeciles. Gracias a su imbecilidad hoy podemos disfrutar de esta novela sobre el vacio. Tendria que volver a leerla.
Un abrazo,
Publicar un comentario