Él no lo sabe, pero yo leo el pensamiento. Querido gato negro, vivimos en una ciudad con dos miradas, dos desencuentros. Tenemos cosas en común, somos unos solitarios y esa fortaleza nos aisla hasta que la veamos arruinada. Sólo un cristal queda por medio, eso y la voluntad, porque haber ya hay cariño. Mírame fijo a los ojos y dilo: quiero tu compañía, que yo tengo la mano en el pomo. Zagal, tú no sabes que leo el pensamiento, aquí estoy sabiendo de tu entereza por guardar este espacio de propiedad sin réplica. Soy tan independiente como tú y si me haces un guiño paso por la gatera a tu alfombra, que el tiempo no está ni para perros ni para gatos, sino para acompañarnos. Lo que ninguno sabía es que el cristal rebotaba sus pensamientos y lo que realmente leia cada cual era el suyo.
8 comentarios:
BUE-NÍ-SI-MO
Me ha encantado! Gracias!
Está muy chulo, y el gatito lo hace genial jejeje
Ay que gatito tan mono y que historia tan bonita...
Un saludo,
Saberse acompañado... es muy bonito...
Yo creo que más bien es el gato el que le haría el favor a él.
:)
Él no lo sabe, pero yo leo el pensamiento. Querido gato negro, vivimos en una ciudad con dos miradas, dos desencuentros. Tenemos cosas en común, somos unos solitarios y esa fortaleza nos aisla hasta que la veamos arruinada. Sólo un cristal queda por medio, eso y la voluntad, porque haber ya hay cariño. Mírame fijo a los ojos y dilo: quiero tu compañía, que yo tengo la mano en el pomo.
Zagal, tú no sabes que leo el pensamiento, aquí estoy sabiendo de tu entereza por guardar este espacio de propiedad sin réplica. Soy tan independiente como tú y si me haces un guiño paso por la gatera a tu alfombra, que el tiempo no está ni para perros ni para gatos, sino para acompañarnos.
Lo que ninguno sabía es que el cristal rebotaba sus pensamientos y lo que realmente leia cada cual era el suyo.
Buena resolución. Saludos.
Publicar un comentario