jueves, 17 de febrero de 2011

la paz mundial


Cuando acabamos el trekking pasamos un par de días en Pokhara. En Pokhara hay un largo paseo repleto de restaurantes chill out y tiendas de artesanía y ropa hippy. Hay un lago enorme donde se alquilan botes de remo. De hecho Pokhara significa lago. Y hay una montaña al borde del lago. Y sobre la montaña hay una pagoda por la paz mundial.

Como a mí no me apetecía subir andando, subí en taxi y llegué antes que mis amigos. Era temprano y todavía no había llegado el mogollón de personas que suben para ver las vistas del lago y las montañas desde arriba.

Así que en soledad pude disfrutar del sitio y leerme el largo texto explicativo. Por si a alguien le interesa, pinchar para ampliar:


















En el templo, el buda dorado sonreía con esa sonrisa de paz interior que da una envidia... Yo también me puse en la posición de flor de loto. ¿Esa sonrisa será una quimera?

El sitio tenía algo especial. Me sentí bien. Paz, belleza... Cierta electricidad en la piel.

Algo que se diluyó al empezar a llegar gente y sacar fotos y fotos.

(Por cierto debo de salir en flick y en panoramio, porque estaba sentada en la escalera que daba al templo y salí en unas cuantas fotos, un día me busco...)











Templos dedicados a la paz mundial repartidos por todos los continentes. Para muchas personas, pamplinas. Pero quizá funcione, quizá los minutos que yo pasé allí intentando emitir paz a este destartalado planeta hayan servido de algo. Quizá las oraciones sirvan de algo...

De allí me traje este librito que me está resultando bastante inspirador. Las enseñanzas del budismo filtradas por un psiquiatra estadounidense, que busca explicaciones más "científicas" para lo que el Dalai cuenta con una sencillez poética.















Quizá, quizá...


La sonrisa del buda no es una quimera. Mientras haya caritas como estas, no estará la esperanza perdida...



















Hoy estoy trascendental :)

1 comentario:

Furacán dijo...

Si a ti te ha servido ya ha valido para algo.