Conozco a alguien…
(Bueno, no sé si conozco… sí, creo que esto que se cuece por los blogs también es conocer. A veces es más conocer que lo que haces con compañeros de oficina o de bares)
Entonces sí, conozco a alguien… No sé cómo llegué a él. ¿Lo encontré? ¿Me encontró? No recuerdo, qué más da.
Conozco a alguien que es capaz de escribir cosas como ésta…
El horror... El horror...
Kurtz agonizante, masculla estas palabras.Salen de su boca suaves, silenciosas, equiparables a estertores. Kurtz las dice apenas, pero en nuestros oídos potencian estruendo, catástrofe.
El horror... el horror...
Genial Joseph Conrad en "El corazón de las tinieblas". Nos muestra un tétrico viaje hacia lo más desgarrador de las acciones humanas. oscurísimo y espeso. No hay manera de entrar en esta novela y salir ileso, algo queda, una costra que ya no te podrás desprender jamas y si lo intentas solo haces que escueza y sangre y escurra la pus que tiene dentro.
Ahora , mientras arrojo en caída libre dentro de mi garganta una taza de un negrísimo café sin azúcar y siento como todo mi cuerpo tiembla a punto de un colapso nervioso por los sucesos de las últimas horas, no puedo dejar de pensar en esas lapidarias y cacofónicas palabras.
El horror...
El horror...
Las tripas me arden. Quiero llorar pero mis lagrimales son desiertos. Busco sin parar una botella de alcohol que sé que no esta en la casa .Me lo digo... Edgar, ese vodka no esta, se lo diste a Emiliano... Le dijiste: llevate esta madre que si la dejan aquí me mato bebiendo después de esto... Y Emiliano se la llevó y tu te encerraste en tu cuarto y desde ayer estas así, con los temblores y el miedo . El pinche miedo que no se te pasa. Y la sensación en tu mano y la culpa que sabes que no es culpa pero bien que se le parece.Ni siquiera sabes como se llama. Estoy aquí fruncidísimo y ni siquiera se su nombre. Solo sabes que es amiga de Pedro y que llego a la casa y que tu y ella compartieron unas cervezas mientras el Peter llegaba. Y así y todo, la buena vibra y risa y risa. Pero que ya desde ahí lo notaste pinche Edgarito, no te hagas, si se le veía en los ojos a la chava.Se le notaba algo. así que de pronto se queda callada y con los ojos como platos y que te dice voy al baño y tú, esta bien, el interruptor esta arriba a la derecha .
El horror...
El horror...
El horror y el grito.
Juro que nunca se me va a olvidar ese grito. No era humano. se los juro. Neta.
No era humano.
Y te paras del sillón en chinga y bajas al baño y tocas y te dice pásate rápido y te paras en seco al ver el suelo encharcado de sangre y las paredes manchadas y ella llorando. ¿que pasó? necesito que me ayudes y tu pues claro que? y la morra te dice mira y se señala entre las piernas y lo ves y sientes como el color se te va de la cara a los talones y no atinas a decir nada pero sales del baño y traes periódico y llenas una cubeta con agua caliente y le dices ala chava sale? lista? y te dice si y tomas el feto con la mano, así directo , sintiendo su piel inacabada y lo blando y frágil que es y lo arrancas y ella gime un poquito y lo envuelves en periódico y ya le dices ahi esta el agua aunque no sabes para qué quiere el agua caliente, demasiadas películas quizás. te espero afuera y sales con el bulto en tus manos y no sabes en donde ponerlo así que no lo pones en ningún lado y cuando ella sale del baño esta hecha un pinche nervio con patas y tú le entregas el bulto y le preguntas que ahora qué, y ella lo toma chistosísimo como arrullándolo y con los ojos desorbitados te dice no te saques de onda, la verdad es que es de Pedro y yo me tomé unas pastillas . Quería que fuera el el que estuviera presente para que sintiera, pero te tocó a ti . perdóname . Y te das cuenta de que las mujeres no están hechas igual que los hombres. son distintas. Asombrosas. pueden ser capaces de todo. De todo.
El horror...
El horror...
Así que te caes de espaldas en el pasillo. te quedas sentado y todo da vueltas y ella dice adiós . lo siento en serio y se va con el bulto en los brazos y el pantalón tieso de sangre. Va dejando huellas de sangre por toda la escalera y ya solo escuchas la puerta que se cierra y quieres gritarle pero no puedes, no te sale.Después llegan Pedro y Emiliano, alegres . Te encuentran tirado a medio pasillo y azuzados por la sangre te hacen reaccionar y los pones al tanto y cuando estas un poco lúcido te vas sobre Pedro y le acomodas un par de madrazos cabrón hijo de la chingada dondestabas? nomames pendejo esaviajastaloquisimacabronyocreoqueyasequebroibasangreysangre. y el Pedro que se arranca en al auto a perseguir lo inalcanzable y el Emiliano que te dice que no lo puede creer. No lo puede creer.Y tú pensandoEl horror...El horror...Y es entonces cuando Emiliano te pregunta que qué putas dices y te das cuenta de que no lo estas pensando. Lo estas diciendo suave, silencioso. apenas.
El horror...
El horror...
Hacía tiempo que quería hablarles de él, porque creo que merece la pena leer lo que cuenta, pero ayer me dedicó esto y ya no podía aplazarlo más.
Y yo no puedo más que darle las gracias y decirle que, realmente, hace poemas.
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1 comentario:
Buen ojo, Granota...
Suerte que lo compartes ahora en tiempo de mis regresos...
Una pieza narrativa muuuuuuuuuy buena.
El horror contagia, pero no anula la apreciación sobre la habilidad literaria que el autor ha desplegado.
Gracias por compartirlo.
Saludos
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