CONCURSO

Se convoca gran concurso (para que se entretengan en lo que yo me tomo mi puente de carnavales), con las siguientes bases:

- Pueden participar todas las personas que visitan este blog.
- El plazo del concurso finaliza el jueves 7 de febrero (inclusive).
- Consiste en responder a las cuatro preguntas referidas a las cuatro fotografías que aparecen a continuación.
- El primer acertante que responda a las preguntas con exactitud, recibirá como premio una estancia en régimen de alojamiento y desayuno en una isla de la Macaronesia a concretar por la organización.
- La organización se reserva el derecho a definir qué es contestar con exactitud y a dar más premios si le da la gana.

Y aquí van las preguntas y fotografías:


1. ¿Qué son?

2. ¿Dónde está?

3. ¿Quién lo pintó?

4. ¿Cómo se llama?

¡ÁNIMO Y AL ATAQUE!

Es así.

Sí, es así. Claro que luego está la parte mala (que en la publicidad no la van a poner), pero puesto en la balanza, sigue siendo una suerte vivir aquí. Quedan todos invitados.

LA BELLEZA (así, todo con mayúsculas)

http://www.ashesandsnow.org/

Ayer

Una postal me hizo reir:

Y un regalo me hizo llorar:

38

Éstas son algunas de las cosas que salen cuando pongo 38 en el google:

Parece que este año voy a dar guerra!!!

No venimos del mono

Ayer fui a una charla de Juan Luis Arsuaga, investigador desde hace décadas de los yacimientos de Atapuerca, pero sobre todo un gran comunicador y divulgador de los constantes descubrimientos acerca de la evolución del ser humano.

No venimos del mono, nos dice y repite. No venimos del mono: ¡somos monos!

Provocador el muchacho. Otro gallo nos cantara si nos hiciéramos realmente concientes de nuestra continuidad biológica, sin límites, sin barreras, con el resto de las especies.

La página web del yacimiento no tiene desperdicio:
http://www.atapuerca.com/

Ayer salvé el mundo

Ayer salvé el mundo. Con astucia, paciencia, dedicación y, sobre todo, con mucho amor, ayer conseguí que el mundo siguiera su curso. Pero no se confíen, aún quedan muchos entuertos que resolver y malhechores que enderezar.

Ayer salvé el mundo y me fui a casa rebosante de satisfacción y energía. Pero esta mañana me he levantado agotada.

Intenso

Resonando mucho más adentro de mis oídos: No es suficiente dar, hay que darse… Palabras de un jesuita que lleva más de 20 años de misiones en el Amazonas. Una charla ¿sermón? que me tuvo tres cuartas partes del tiempo con un nudo en la garganta. Me gustaría escribir más sobre eso, sobre lo que dijo, sobre lo que ha vivido, sobre lo que resonó en mí, pero todavía estoy empezando a hacer la digestión. “Fui a enseñarles y he sido yo quien ha aprendido”.


Encuentros y reencuentros. Guachinches, risas, subidas jadeantes, garbanzas, bosques por inmersión, baifitos.

Una uñita de luna, santa compaña de frontales.

El Roque de Tierra, el mar, el mar, el mar, inmenso arrullo, asomar mi helada nariz por el borde del saco e inundarme de estrellas.

Esterillas como mesa de desayuno, coger agua de la fuente, subidas sudorosas, un charco helado como un regalo, más subidas, más garbanzas, más risas…

Dos días caminando por Anaga, mi paraíso.

Edmund Hillary

Yo pensé que ya estaba muerto hacía tiempo.

¿Cómo iban a quedar aún vivos hombres así?

Seguro que descansa en paz.

Nostalgia

¡Papi, cómprame un Kalashnikov!

El viernes aluciné con el documental de Sistiaga en Canal 4 sobre la afición a las armas en la América Profunda. Ya conocía el tema, pero me volvió a poner los pelos de punta esa idolatración de las armas, esa visión romántica del mundo del ejército, de la guerra, esa peculiar concepción de la libertad: defendamos que podemos tener armas libremente, pero si te fumas un porro eres un delincuente, censuremos la peli donde dos vaqueros se besan…

El documental estaba plagado de frases lapidarias, pero resaltaría dos:

“¿Que en España están prohibidas las armas? ¿Y cómo se divierten?”

“El Vietnam fue divertido, todo el tiempo pegando tiros, te daban la munición y, encima, cobrabas a fin de mes.”

Se veía a padres que llevaban a sus hijos a jugar a disparar, con armas reales. Los adultos sosteniendo a los niños para que, con la fuerza del disparo, no cayeran hacia atrás.

Yo sé que personas con ese tipo de aficiones (y aún mucho peores) hay en todos lados, pero ¿Hasta que punto son una minoría perdida en lo más recóndito de Estados Unidos? Me dan miedo. ¿Debería comprarme un arma para defenderme de ellos?

Por otro lado, el enfoque de Sistiaga no me gustó. Lo que se veía era lo suficientemente fuerte para poder ahorrarse sus comentarios sarcásticos sobre el asunto. Está claro que su trayectoria vital le ha marcado, que no es equidistante y objetivo en esto, pero me pareció poco profesional cierto tipo de comentarios irónicos, sobre, por ejemplo, el nivel intelectual de aquellas personas.

Este reportaje me ha hecho pensar: ¿Qué pasaría en España si las armas estuvieran permitidas? Me da la impresión de que podría haber un boom. Muchas personas aquí también tienen esa extraña (¿o normal?) fascinación por algo que nos hace más fuertes, ¿más valientes?, alimentada por tantas películas de vaqueros, de polis, de guerra… Incluso también puede que basada en algo más profundo, más animal, ¿en ser el más poderoso de la manada?

Mañana del día de reyes. En la huerta encima de mi casa un chiquillo no deja de practicar con su nueva escopeta de balines.

"No me ha faltado más que ser amado

para ser bueno"



El Fantasma de la Ópera. Gaston Leroux.

compras de reyes

¡Anda! Pero éste no es… Sí, sí es. Jolín, el tiempo que hacía que no lo veía. ¿Cuánto puede hacer? Desde aquello… Sí, debe hacer más de diez años. ¡Cómo pasa el tiempo! No está mal el tío, parece más… más hombre. Uy, creo que me ha visto. ¿Me hago la despistada o le sonrío? Vale, le sonrío. Aquí viene.

- Caramba, María. ¡Cuánto tiempo! ¿Qué es de tu vida? Te veo muy bien.

Joer, cómo me ha mirado de arriba abajo con esos ojazos picarones. Qué rabia, creo que me he sonrojado. Espero que no se dé cuenta.

- Sí, mucho tiempo. ¿Cómo estás? Feliz Navidad y esas cosas.

- Ah, sí, Feliz Navidad. Pues ya ves, haciendo unas compritas de reyes.


Qué silencio más incómodo. Creo que ya me despido y me voy.

- Bueno, pues, yo también tengo que comprar…

- ¡Ehh! ¿Ya te vas? Con el tiempo que hacía que no nos veíamos… Venga, venga, me ayudas a comprar algo para mi mujer, tú debes de llevar su misma talla. Y luego te invito a tomar un té. Porque tú eras de té, ¿verdad?

- Es que…

- No hay pero que valga. Anda, pruébate esto y si te queda bien se lo compro a Isa. Aunque creo que a ti te va a quedar mucho mejor.

Esa sonrisa. Diez años después y me sigue teniendo en el bote. Estoy por decirle que se meta en el probador conmigo…