domingo, 31 de julio de 2011

meZquina


...y después de un par de años sin vernos, me los encuentro en medio del monte. Y sinceramente siento alegría al verlos porque hacía tiempo que no sabía de ellos. Pero apenas tenemos de qué hablar y tras un saludo cortés llega un incómodo silencio. Y sigo caminando y me asaltan pensamientos de envidia porque sigan juntos y yo tan sola. Y me enfado conmigo misma por ser tan mezquina y tan humana...




lunes, 18 de julio de 2011

De cuentos y pesadillas

Últimamente han acompañado mi mesilla de noche dos libros de cuentos. Modales de mi piel tiene el sabor reposado de las buenas obras, de las que permiten ser releídas porque aunque muchos de esos cuentos ya los conocía, me han vuelto a engatusar.

Y he descubierto a James Thurber, un cuentista con miga, de esos que te deja un sabor agridulce en las neuronas cuando llegas al punto final. Otro buen retratista de esos rincones del alma humana, ocultos pero compartidos en un momento u otro de la vida por casi todos. Cuentos redondos, perfectos.

Y de paso me encuentro con un cuento - pesadilla que apunté hace ya muchos meses, porque me pareció que era digno de salvarse del olvido ese en el que normalmente caen las historias que soñamos cuando pasan unas horas.

Y al releerlo pienso que hice bien en salvarlo, aunque me hiciera despertar llorando:



"No hay otra manera de acabar con esto
que morir matando.

Me quedan dos balas.
Una en la pistola oscura, otra en la plateada.
No hay otra forma.

La antepenúltima yace en la cabeza de mi padre
que agoniza a mi lado.
Dice que no le duele.
Durante horas
cojo su mano.

Nadie viene a nuestro sucio refugio
perdido en una ciudad ya masacrada.
Tuve que matarlo, pero no se muere.
El quería seguir matando.
Tuve que matarlo.

Ahora se eterniza el tiempo
cogido a su mano
y nadie viene a buscar estas últimas balas.

Si debo morir matando
que sea a alguien malo
alguien a quien le brille la luz asesina en los ojos.
Con quien piense que quizá al matarlo
ahorre cientos de otras muertes estúpidas.

Pero nadie viene a buscarme.
Sueño toda la noche que lloro
pero al despertar
no he llorado."