lunes, 28 de marzo de 2011

gente


Gente que me roba la cartera
Gente que me presta dinero
Gente que encuentra y me envía la cartera
Gente que me hace reír
Gente que me hace pensar
Gente que me abraza
Gente que se muere
Gente que investiga
Gente que me quiere

Ha sido un fin de semana de gente


sábado, 19 de marzo de 2011

metasueño


Voy sentada en el asiento de atrás del coche, al lado de un amigo. Nos cruzamos con un chico que está corriendo en dirección contraria.

- ¡Mira, ese era David!
- ¿Cómo que era David? No puede ser ¡David soy yo!
- Ahhh, ni te plantees esas cosas. Los sueños tienen su propia lógica.
- Bueno.

lunes, 14 de marzo de 2011

t i g e r b a b a


Muy cerca de Kathmandú está el Parque Nacional de Shivapuri. Un lugar donde van de excursión los niños de los colegios privados, o las parejitas suben en vespa a ver el atardecer y salir de la nube de la ciudad, pero donde no van turistas, porque el Himalaya hace sombra a cualquier otro lugar. Pero que, cuando se va con algo más de tiempo como era nuestro caso, bien merece una visita.

El camino sube escarpadamente y se remansa en rellanos según se acerca a la cima, a través de un bosque de gruesos troncos, lianas trepadoras, haces de luz, helechos del mundo perdido, algún mono y olor a oxígeno.

Por el camino nos salió al paso T i g e r B a b a. Baba significa padre y es como se les llama cariñosamente a esa especie de santones de largas barbas y costillas a la vista que piden limosna a cambio de que les saques una foto. Pero también los hay de verdad, como T i g e r, que lleva nada menos que quince años viviendo como ermitaño en diferentes sitios, aunque en la casa cueva donde nos invitó a pasar, apenas llevaba un mes.


Nos contó que había estudiado cocina en Calcuta y trabajado en hoteles, pero que esa vida no era para él. Le intentamos regalar la comida que llevábamos, pero solo aceptó lo que no tuviera cereales ni azúcar. Los frutos secos le encantaron.

Él tiene aquí una misión: cuidar de una fuente cercana, limpiarla, embellecerla con guirnaldas de flores, hacerle ofrendas de pintura e incienso. Agradecer el milagro que es una fuente de aguas limpias que mana cerca de la cumbre de una montaña. Es una bella misión. Un lugar que transmite cierta electricidad en la piel.


Gran parte del descenso me lo pasé pensando qué porcentaje de baba podía haber en mí.


miércoles, 9 de marzo de 2011

sesión fotográfica


Pues estaba yo viendo un par de pelis chorra on line y me topé con una comedia de enredo,eating out, sin más pretensiones pero dignamente realizada, sobre líos entre homos, heteros, heteros que se hacen pasar por homos y viceversa... y tengo que decir que esta escena me puso. Y bastante.

Pierde un poco sin el diálogo, pero por lo que dicen en los comentarios, si se pone con diálogo, la eliminan de youtube rápidamente. Esas cosas de la moral.

Bueno, que no me importaría ser la fotógrafa de esta sesión...



jueves, 3 de marzo de 2011

El triunfo del espíritu humano


Vengo de extasiarme ante una exposición de fotos de Robert Capa. Podría comentar sobre el valor documental de sus fotos, sobre su valor artístico, capaz de hacer composiciones equilibradas hasta en los momentos más arriesgados, sobre el técnico de laboratorio que pasó a la historia como el que se cargó las fotos de Capa del día D (o el que las mejoró porque son puro impresionismo), sobre la belleza de sus retratos no bélicos o sobre su vida digna de "Paris era una fiesta" pero me quedo con una foto y una frase.

La foto:














(Tras la liberación de Francia, rapan a una francesa que tuvo un hijo con un soldado alemán, para su escarnio público. Como si Francia entera, o casi, no hubiera flirteado con los nazis... Triste reflejo de aquello de la paja en el ojo ajeno...)


La frase:


"Podría afirmarse que el triunfo del espíritu humano frente a la adversidad más aterradora constituye el gran tema de la fotografía de guerra de Capa"



Y qué mejor manera de dar vida a esa frase que ir a la exposición acompañada de un grupo de enfermos psíquicos de una asociación donde colabora como voluntaria una buena amiga mía.

Me gustó ver las cosas en que se fijaban y lo que comentaban. Me llamó la atención su manera abierta de hablar de sus miedos y sus manías.

Una tarde interesante.


living las vegas

martes, 1 de marzo de 2011

indigente por 40 minutos





















Casi al final de una preciosa caminata por las medianías altas del sur de la isla -disfrutando de lo verde que se ponen las zonas áridas de nada que le caen unas gotas- paramos a tomar algo en una enorme casa de comidas por encima del pueblo que era nuestro final de ruta.

Como había llevado a parte de mi jauría al pateo, no pude entrar al restaurante, así que esperé por fuera a que el grupo comiera. Me senté en el aparcamiento, en una acera, en el suelo, a la sombrita.

Dio la casualidad que la ventana que había a mi lado daba justo a la mesa donde comían mis amigos, así que me sacaron un par de platos de garbanzas y escaldón de gofio para que comiera algo.

No sé si se imaginarán la escena. Una chica, algo sucia, sudada y despeinada, sentada en el suelo, con dos chuchos y una mochila a su lado, comiendo de un plato que alguien le había ofrecido por lástima a través de la ventana... ¿Me ven? Pues ya pueden ver entonces también la cara con la que me miraban todos los que pasaban por el aparcamiento. Toda una experiencia.