jueves, 22 de diciembre de 2011

vacaciones!!!

Merecidas vacaciones, aunque solo sean 15 días del mes que me corresponde como trabajadora de pro. Y no recuerdo otras en las que no tuviera un viaje en mente. Así que 15 días por delante para rellenar. Y una lista de "TENGO QUE" enorme, así que he decidido hacer otra de "QUIERO" para que no se me pasen este par de semanas solo con obligaciones. Ya informaré del balance final. Muchas felicidades a todas las personas que pasan por aquí y a las que no pasan, pues también, hala!


lunes, 28 de noviembre de 2011

tempus fugit

 El tiempo apretado apretado apretado, se me escapa. Sin ballenas ni alegranzas, sin mar, sin exposiciones de fotos, sin paseos, sin tiempo para guiños. Trabajo, trabajo, trabajo, cursos, cursos, cursos...La espada de la crisis sobre mi cabeza. Y ni un minuto para deprimirme. Me bullen cosas por dentro que suben, flotan, se enfrían y desaparecen, como las piedras de El Hierro, sin tiempo para explotarlas, expandirlas, compartirlas, ni siquiera subastarlas... 



sábado, 15 de octubre de 2011

Añoranza

Subo por una ladera de piedras sueltas, me tengo que agarrar de las manos para dar los últimos pasos.Cuando  llego a la cumbre del volcán, se despliega ante mí una vista de esas que te entra por el nervio óptico y llega hasta donde las neuronas se convierten en alma. Corre una brisa con sabor a sal. Abajo, la isla acaba en dos espigones que bordean una cala de un azul precioso. En el horizonte, el perfil oscuro de otra isla. Reconozco ese paisaje, como un paisaje muy querido y largamente añorado. Todo me resulta familiar, excepto las casitas blancas que crecen cerca de la costa, eso no estaba.


De pronto, en la pequeña cala, descubro un enorme ser que retoza en el agua. Es una ballena que está jugando. Entra y sale del mar, salta, saluda a la vida con su aleta y su enorme panza. Me llega su felicidad y lloro.


Me despierto emocionada y feliz, sé que era el Archipiélago Chinijo. Y sé que ya va siendo hora de conseguir la manera de volver a mi  querida niña Alegranza.



domingo, 2 de octubre de 2011

la gran depresión

¿Y si esto va pa largo? 


Mi abuela me contaba y a mí me parecía taaaaan lejano, que a ella le regalaban por reyes una naranja y una bolsita con peladillas.


Y si quizá en unas navidades de dentro de un par de décadas, los niños jueguen con sus muñecos de trapo, mientras sus abuelos les cuenten batallitas de que a ellos les regalaban wiis y tabletas...




La Gran Depresión fue una grave crisis económica mundial que se prolongó durante la década anterior a la Segunda Guerra Mundial. Su duración depende de los países que se analicen, pero en la mayoría comenzó alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de la década de los años treinta o principios de los cuarenta.1 Fue la depresión más larga en el tiempo, de mayor profundidad y la que afectó a más países de las sufridas en el siglo XX. En el siglo XXI ha sido utilizada como paradigma de hasta qué punto puede disminuir la economía mundial.2 La depresión se originó en los Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa del 29 de octubre de 1929 (conocido como Martes Negro, aunque cinco días antes, el24 de octubre, ya se había producido el Jueves Negro), y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo.1
http://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Depresi%C3%B3n

lunes, 26 de septiembre de 2011

Mierda!!

Fui concienciada de que no podía traerme a ninguno más. Ahora no. Pero ver allí aquellos cientos de perros de todos los tamaños, edades y colores, pisando su propia mierda porque los pocos voluntarios que van a echar una mano no dan a basto a mantener aquello continuamente limpio... me marcó no solo la piel sino también el corazón. Y también cogí la escoba y me puse a barrer y recoger mierdas.

Me habría traído a los viejillos, a los flaquillos, a los tristes y a todas las múltiples combinaciones de estas tres variables, a todos. Y no me traje a ninguno.

Pero volví con mis rasguños de saludo y mis pensamientos sobre lo horrible que tiene que ser traerte un bebé de un orfelinato de cualquier país lejano y dejarte allí otro montón de caritas redondas y tristes.



jueves, 22 de septiembre de 2011

Bilis negra


Según esta teoría de los cuatro humores propuesta por Hipócrates un exceso de sangre provocaba comportamientos hiperactivos, mientras que el exceso de bilis negra provocaba un comportamiento abatido, apático y un manifiesto sentimiento de tristeza. El término "bilis negra" o μελαγχολια ("melancolía", μελαγ: melán, negro; χολη: jole, hiel, bilis) pasó a convertirse en sinónimo de tristeza. (wikipedia)


Y yo no sé si es exceso de bilis negra, falta de hierro, llegada del otoño, ausencia de vacaciones, incertidumbre laboral o lista de espera en la seguridad social ... pero me hace falta que me den un par de tortas a ver si espabilo...

lunes, 22 de agosto de 2011

el mar libre

No es comparable la emoción de tener un elefante a cinco metros, separado por un foso en un zoo, por grande que sea el bicho, con el pequeño milagro de que se te acerque un armiño, porque le de la gana, a olerte la mano en pleno Pirineo.

Tampoco es lo mismo nadar relajadamente en un mar domado con diques que darte un baño de energía en el océano que libremente ha decidido aflojar un poquito su fuerza para permitir que los mortales juguemos apenas en su orilla.

Así, el Atlántico, deja que esta liliputiense se sienta poderosa por un rato, saltando sus diminutas olas y dejándome arrastrar por la espuma, pero siempre atenta por el rabillo del ojo por si se harta de jugar conmigo y me manda una ola tamaño estándar.

domingo, 7 de agosto de 2011

el mar domado


Me gusta el mar. No entiendo por qué voy tan poco si me gusta y vivo en una isla. Supongo que me gusta el mar indómito, salvaje. Y al mismo tiempo me da mucho miedo. Me gusta ir a playas de las que hay que llegar caminando y el mar te mira por encima del hombro y piensa ¡pobre mortal!

Quizá por eso no vaya mucho, porque llegar a esas playas no es tan fácil como ir a las que el mar ha sido domado. Pero ya lo necesitaba, necesitaba hundirme y absorber toda su energía. Y necesitaba sol, que mi casa parece Suecia, donde la gente va en invierno a tomar rayos ultravioleta para combatir las depresiones.

Así que me fui a una playa de mar domado. De esas llenas de sombrillas, olor a bronceador de coco y rompeolas que hacen que puedas nadar si no te chocas con nadie. Y sería el hambre de sol y mar que tenía, pero no me pareció tan mal. Había ligeras olas, desde que te metías un poco para adentro ya no había gente y si no mirabas para las pirámides de bungalows trepando por la ladera, hasta podía tener su encanto... hasta que pasó una boñiga humana flotando a mi lado.



martes, 2 de agosto de 2011

el tarantino del XVI

Si no fuera porque este muchacho es tan imprescindible en el currículo de alguien que se considera buena lectora, puede que lo hubiera dejado en las primeras páginas, porque es arduo de leer.

Pero luego me fue enganchando hasta que terminé pensando que probablemente lea algo más de este tal William.

domingo, 31 de julio de 2011

meZquina


...y después de un par de años sin vernos, me los encuentro en medio del monte. Y sinceramente siento alegría al verlos porque hacía tiempo que no sabía de ellos. Pero apenas tenemos de qué hablar y tras un saludo cortés llega un incómodo silencio. Y sigo caminando y me asaltan pensamientos de envidia porque sigan juntos y yo tan sola. Y me enfado conmigo misma por ser tan mezquina y tan humana...




lunes, 18 de julio de 2011

De cuentos y pesadillas

Últimamente han acompañado mi mesilla de noche dos libros de cuentos. Modales de mi piel tiene el sabor reposado de las buenas obras, de las que permiten ser releídas porque aunque muchos de esos cuentos ya los conocía, me han vuelto a engatusar.

Y he descubierto a James Thurber, un cuentista con miga, de esos que te deja un sabor agridulce en las neuronas cuando llegas al punto final. Otro buen retratista de esos rincones del alma humana, ocultos pero compartidos en un momento u otro de la vida por casi todos. Cuentos redondos, perfectos.

Y de paso me encuentro con un cuento - pesadilla que apunté hace ya muchos meses, porque me pareció que era digno de salvarse del olvido ese en el que normalmente caen las historias que soñamos cuando pasan unas horas.

Y al releerlo pienso que hice bien en salvarlo, aunque me hiciera despertar llorando:



"No hay otra manera de acabar con esto
que morir matando.

Me quedan dos balas.
Una en la pistola oscura, otra en la plateada.
No hay otra forma.

La antepenúltima yace en la cabeza de mi padre
que agoniza a mi lado.
Dice que no le duele.
Durante horas
cojo su mano.

Nadie viene a nuestro sucio refugio
perdido en una ciudad ya masacrada.
Tuve que matarlo, pero no se muere.
El quería seguir matando.
Tuve que matarlo.

Ahora se eterniza el tiempo
cogido a su mano
y nadie viene a buscar estas últimas balas.

Si debo morir matando
que sea a alguien malo
alguien a quien le brille la luz asesina en los ojos.
Con quien piense que quizá al matarlo
ahorre cientos de otras muertes estúpidas.

Pero nadie viene a buscarme.
Sueño toda la noche que lloro
pero al despertar
no he llorado."


martes, 14 de junio de 2011

Modales de mi piel


Javier Munguía ha vuelto a enviarme su último libro desde el otro lado del océano. Sus cuentos, aunque muchos ya los conocía, nunca me pueden dejar indiferente. Ni su detalle tampoco.

Apunten ese nombre, porque en cuanto sea conocido internacionalmente, yo presumiré (más aún) de tener tres libros dedicados.

¡Enhorabuena, Javo!

(Y, por cierto, me ha parecido leer por ahí que hay también otro motivo para felicitarte)

domingo, 5 de junio de 2011

cruce


El sol a mi espalda ilumina en tonos dorados el pequeño parque de Vert Galant. Varios grupos están sentados en la esquina donde muere la Ile de la Cité. Es tan solo un punto diminuto pero veo la mirada de esa mujer apuntando hacia mí. Estoy seguro de que está pensando lo mismo que yo.



El Pont des Arts es una raya negra que corta el atardecer sobre el Sena. Sombras chinas lo atraviesan. Solo una figura está detenida en el medio del puente, es apenas un recorte sobre el cielo pero veo la mirada de ese hombre apuntando hacia mí. Estoy segura de que está pensando lo mismo que yo.


lunes, 16 de mayo de 2011

90

- ¡Cuántos libros!-exclamó- ¿Los ha leído usted todos, señor Bonnard?
- Desgraciadamente-respondí-, por lo cual no sé nada, pues ninguno de estos libros deja de desmentir al otro; de manera que, una vez conocido lo que dicen todos no se sabe qué pensar. ¡Esta es mi situación, señora!

jueves, 21 de abril de 2011

hilito


Y con esto (creo) cierro mis crónicas sobre un mes en Nepal...

Un país donde su naturaleza y su cultura juegan un duro pulso a ver qué supera a qué en maravillas. Donde montañitas que superan al Teide en altitud ni merecen tener nombre. Donde, a cada paso, miles de escenas me provocaban otras tantas reflexiones. Donde hay detalles tan poéticos y simbólicos de amor a la madre Tierra y la basura se amontona en las orillas de los ríos.

Donde cada día no daba a basto para escribir y dibujar en mi diario las cosas que me sucedían. Resoplé pasando por encima de los 5.000 metros y resoplé aún más al bajar a altitudes repletas de senderistas. Me sorprendí con sus grandes contradicciones, rogué por la paz mundial, me reí con las acrobacias de los monos, envidié la claridad de tener un objetivo, disfruté con la posibilidad de la convivencia pacífica...

En definitiva, me sorprendí con las diferencias pero quizá incluso aún más con las coincidencias.

Y quizá por eso, el viaje me dejó para el último día una sorpresa final. Algo que me emocionó muchísimo, me pareció tan sorprendente, tan bello, tan metafórico...


Estábamos paseando por Patan, una ciudad muy cercana a Kathmandú, ya incluso unidas por el gran crecimiento urbano... Una ciudad que también es Patrimonio Mundial y que merece una visita... Ya se había hecho de noche y avanzábamos casi en completa oscuridad por los callejones durante uno de los frecuentes apagones... Y en la puerta de una casa, a la luz de un candil, una chica jugaba con un niño y un cordel. Me llamó mucho la atención lo que el juego se parecía al del "hilito" que mi abuela me enseñó cuando yo era pequeña. Les intenté explicar esto y les pedí que me enseñaran cómo se hacía y luego yo les intenté indicar cómo jugaba yo, pero me resultaba muy complicado por el problema del idioma.

Pero cuando estaba en ello, se nos acercó un hombre y se puso a jugar conmigo exactamente a la misma versión que yo conocía, las mismas figuras, los mismos movimientos... No sé si logro explicar mi emoción:

Estaba compartiendo con una persona un juego, una forma de comunicación común,
¡a más de 7.000 kilómetros de la Valencia donde lo aprendió mi abuela!



Realmente esto despertó mi curiosidad. He estado indagando por la red y aún me he sorprendido más. Resulta que hay juegos de este tipo repartidos por toda la orbe, diferentes versiones y estilos, hay webs que los recopilan... Y aunque no se sabe muy bien su origen, en algún sitio leí que el origen de su versión española estaba en oriente y que los griegos y los romanos ya lo conocían. ¡Agüita!

Yo, lo más lejos pero más parecido a mi versión familiar del juego del hilo, lo he encontrado en una casa de Patan y en este vídeo de unas niñas malayas.

No deja de parecerme una buena metáfora de que, por mucho que nos llamen la atención las diferencias, son más las cosas que los humanos, vivamos donde vivamos, tenemos en común. Que viajar es una buena manera de darnos cuenta de esto y de muchas otras cosas. Y que basta un poquito de buena fe para que las cosas nos vayan rodadas...


martes, 19 de abril de 2011

91


Ya solamente me quedan 91.

Y la verdad que este en concreto ha sido un descubrimiento. Me ha encantado el lenguaje sencillo con que retrata tan bella y profundamente los grandes sentimientos humanos: el perdón, la fe, la amistad, el rencor, el amor.

Su lenguaje sencillo es todo menos casual, se lo trabajó a lo largo de toda su vida. De hecho, según cuenta la traductora en el prólogo, Selma "quiso desmontar la densa fraseología prescrita por la norma masculina de su tiempo (principios del XX) y este empeño la acompañó hasta el final (...) A los setenta y tres años, publica su supuesto diario de adolescencia, aparentemente redactado por una niña (...) Muchos cayeron en la trampa, hasta hubo algún crítico que consideró que la Selma adolescente escribía mejor que la Selma monumento nacional, cosa que, dicen, divirtió sobremanera a la gran dama de las letras."

El libro novela la historia verídica de un grupo de campesinos suecos que se marcharon a vivir según sus creencias a Jerusalén.

Partiendo de ahí, no puede menos que interesarme esta historia, pues Jerusalén es una de esas ciudades símbolo de la humanidad, y que espero algún día poder visitar.

domingo, 17 de abril de 2011

Pashupatinah


Exprimiendo nuestros dos últimos días en el país, al salir de la puja cogimos un taxi para irnos a Pashupatinah, el templo hindú más importante de Kathmandú. A la entrada, puestos vendiendo todo tipo de utensilios y ofrendas. Había "babas" de pego, con grandes rastas, el torso desnudo y pintado, que te buscaban para cobrarte por sacarles una foto. Había una zona para los turistas curiosos y otra donde solo podían entrar los hindúes, al otro lado del río sagrado, donde tenían lugar las cremaciones.




Yo ya sabía lo que me iba a encontrar, pero, por un par de segundos al entrar, se me fue el santo al cielo y pensé que cerca debía haber una barbacoa... Les advierto que a algunos les pueden parecer desagradables las siguientes imágenes:



Sin embargo, a mí lo que me pareció más impactante fue un par de personas que estaban removiendo y buceando en el lecho del río. Un río vertedero, donde no solo tiran las cenizas sino que sus orillas están llenas de basuras y a donde vierten las cloacas de los barrios vecinos. No sé qué hacían esas personas allí, pero mi teoría es que buscaban las joyas de los difuntos vertidas al caudal junto con las cenizas...

Subimos unas escalinatas hacia la parte alta de la colina llena de pequeños templos. Aquí, aunque no tantos, también había monos como en Swayambunath. Había puestos de cacahuetes y compramos unos pocos. Entonces, los monos comenzaron a acercársenos a pedirnos con muy poca educación. Un macho se me acercó mucho y le grité ¡No!, entonces me agarró del pantalón, me enseñó sus inmensos colmillos y me soltó un insulto.

Realmente me asusté, porque en la guía ponía que podían morder ya que algunos tienen la rabia. Pero bueno, otro ¡No! más fuerte y le debí de convencer de que no estaba por la labor de regalarle mis cacahuetes.

Bajamos por otra escalinata y pasamos por una zona vallada donde había ciervos y...




martes, 12 de abril de 2011

De puja


Ya el viaje iba tocando a su fin, y no queríamos marcharnos sin asistir a una puja en algún monasterio. Lo habíamos intentado un par de veces pero no habíamos podido. En un templo de Kathmandú nos dijeron que tenían puja a las 9 de la mañana.

9... 9 y cuarto... 9 y 20... y aquello no tenía pinta de puja por ningún lado. Les preguntábamos y nos contestaban riendo que la puja era a las 9 ((((estos europeos estresados, obsesionados con la hora, pensarían para sus adentros)))

A las 9 y media bien pasadas uno de los niños hizo sonar un platillo grande y los monjes fueron entrando poco a poco al interior del templo.

Nos asomamos a la puerta con cara de querer entrar y esperamos a que nos invitaran, tal y como indicaba en la guía que era el modo de comportarse. Enseguida nos sonrieron y nos hicieron señas de entrar y sentarnos, dejando los zapatos por fuera.

Y empezó la puja. Es difícil de describir aquello, era un coro desordenado, un caos de voces, pero que al final creaban una armonía y resonaba por dentro. Aquello tenía una lógica, de vez en cuando, la voz de un monje sobresalía del resto y luego se volvía a hundir en la comunidad. A ratos, instrumentos de viento y tambores daban un toque aún más disonante. Pero al final, todo cuadraba, todo cobraba sentido.





Y la puja seguía y seguía. Sin que la oración parase, un niño sirvió té, empezando por los más mayores, que estaban más cerca del altar y siguiendo hacia los más jóvenes.



Algunos cuchicheaban entre ellos a ratos, alguno que otro salió de la estancia, dándole un aspecto bastante informal a la ceremonia, pero el cántico no perdía su efecto global. Algunos seguían la oración con sus manos, una vez tras otra, movimientos repetitivos, hipnotizantes.

Los monjes más pequeños ya se aburrían un poco y necesitaban moverse.



Cuando ya llevábamos una hora y pico decidimos que ya teníamos puja suficiente y salimos del templo lo más discretamente posible.


domingo, 3 de abril de 2011

convivencia


- Where are you from?
- Spain
- Where?
- Spain, in Europe.
- Sorry, only Budist and Hinduist can come in.
- Well, in Spain there are Budist and Hinduist people.
- Are you?
- No, I am not.
- Sorry but you can´t come in.

¿Y si le hubiera dicho que sí me hubiera dejado entrar, así sin más? ¿O me hubiera hecho un test para confirmar mis creencias? Bueno, el caso es que me quedé con las ganas de acercarme a un Buda yaciente o un Vishnu dormido, (según para quién) precioso, tallado en un solo bloque de piedra negra, que nos encontramos al bajar de Shivapuri. Allí hacían cola budistas e hinduistas, cada uno para presentar sus respetos a una u otra deidad, en tranquila convivencia.

Tampoco dejaban sacar fotos, así que pongo el enlace a esta, que refleja bastante el ambiente de aquel día.

lunes, 28 de marzo de 2011

gente


Gente que me roba la cartera
Gente que me presta dinero
Gente que encuentra y me envía la cartera
Gente que me hace reír
Gente que me hace pensar
Gente que me abraza
Gente que se muere
Gente que investiga
Gente que me quiere

Ha sido un fin de semana de gente


sábado, 19 de marzo de 2011

metasueño


Voy sentada en el asiento de atrás del coche, al lado de un amigo. Nos cruzamos con un chico que está corriendo en dirección contraria.

- ¡Mira, ese era David!
- ¿Cómo que era David? No puede ser ¡David soy yo!
- Ahhh, ni te plantees esas cosas. Los sueños tienen su propia lógica.
- Bueno.

lunes, 14 de marzo de 2011

t i g e r b a b a


Muy cerca de Kathmandú está el Parque Nacional de Shivapuri. Un lugar donde van de excursión los niños de los colegios privados, o las parejitas suben en vespa a ver el atardecer y salir de la nube de la ciudad, pero donde no van turistas, porque el Himalaya hace sombra a cualquier otro lugar. Pero que, cuando se va con algo más de tiempo como era nuestro caso, bien merece una visita.

El camino sube escarpadamente y se remansa en rellanos según se acerca a la cima, a través de un bosque de gruesos troncos, lianas trepadoras, haces de luz, helechos del mundo perdido, algún mono y olor a oxígeno.

Por el camino nos salió al paso T i g e r B a b a. Baba significa padre y es como se les llama cariñosamente a esa especie de santones de largas barbas y costillas a la vista que piden limosna a cambio de que les saques una foto. Pero también los hay de verdad, como T i g e r, que lleva nada menos que quince años viviendo como ermitaño en diferentes sitios, aunque en la casa cueva donde nos invitó a pasar, apenas llevaba un mes.


Nos contó que había estudiado cocina en Calcuta y trabajado en hoteles, pero que esa vida no era para él. Le intentamos regalar la comida que llevábamos, pero solo aceptó lo que no tuviera cereales ni azúcar. Los frutos secos le encantaron.

Él tiene aquí una misión: cuidar de una fuente cercana, limpiarla, embellecerla con guirnaldas de flores, hacerle ofrendas de pintura e incienso. Agradecer el milagro que es una fuente de aguas limpias que mana cerca de la cumbre de una montaña. Es una bella misión. Un lugar que transmite cierta electricidad en la piel.


Gran parte del descenso me lo pasé pensando qué porcentaje de baba podía haber en mí.


miércoles, 9 de marzo de 2011

sesión fotográfica


Pues estaba yo viendo un par de pelis chorra on line y me topé con una comedia de enredo,eating out, sin más pretensiones pero dignamente realizada, sobre líos entre homos, heteros, heteros que se hacen pasar por homos y viceversa... y tengo que decir que esta escena me puso. Y bastante.

Pierde un poco sin el diálogo, pero por lo que dicen en los comentarios, si se pone con diálogo, la eliminan de youtube rápidamente. Esas cosas de la moral.

Bueno, que no me importaría ser la fotógrafa de esta sesión...



jueves, 3 de marzo de 2011

El triunfo del espíritu humano


Vengo de extasiarme ante una exposición de fotos de Robert Capa. Podría comentar sobre el valor documental de sus fotos, sobre su valor artístico, capaz de hacer composiciones equilibradas hasta en los momentos más arriesgados, sobre el técnico de laboratorio que pasó a la historia como el que se cargó las fotos de Capa del día D (o el que las mejoró porque son puro impresionismo), sobre la belleza de sus retratos no bélicos o sobre su vida digna de "Paris era una fiesta" pero me quedo con una foto y una frase.

La foto:














(Tras la liberación de Francia, rapan a una francesa que tuvo un hijo con un soldado alemán, para su escarnio público. Como si Francia entera, o casi, no hubiera flirteado con los nazis... Triste reflejo de aquello de la paja en el ojo ajeno...)


La frase:


"Podría afirmarse que el triunfo del espíritu humano frente a la adversidad más aterradora constituye el gran tema de la fotografía de guerra de Capa"



Y qué mejor manera de dar vida a esa frase que ir a la exposición acompañada de un grupo de enfermos psíquicos de una asociación donde colabora como voluntaria una buena amiga mía.

Me gustó ver las cosas en que se fijaban y lo que comentaban. Me llamó la atención su manera abierta de hablar de sus miedos y sus manías.

Una tarde interesante.


living las vegas

martes, 1 de marzo de 2011

indigente por 40 minutos





















Casi al final de una preciosa caminata por las medianías altas del sur de la isla -disfrutando de lo verde que se ponen las zonas áridas de nada que le caen unas gotas- paramos a tomar algo en una enorme casa de comidas por encima del pueblo que era nuestro final de ruta.

Como había llevado a parte de mi jauría al pateo, no pude entrar al restaurante, así que esperé por fuera a que el grupo comiera. Me senté en el aparcamiento, en una acera, en el suelo, a la sombrita.

Dio la casualidad que la ventana que había a mi lado daba justo a la mesa donde comían mis amigos, así que me sacaron un par de platos de garbanzas y escaldón de gofio para que comiera algo.

No sé si se imaginarán la escena. Una chica, algo sucia, sudada y despeinada, sentada en el suelo, con dos chuchos y una mochila a su lado, comiendo de un plato que alguien le había ofrecido por lástima a través de la ventana... ¿Me ven? Pues ya pueden ver entonces también la cara con la que me miraban todos los que pasaban por el aparcamiento. Toda una experiencia.

viernes, 25 de febrero de 2011

la niña diosa


Nos dijeron que entráramos al patio del palacio que en unos minutos se iba a asomar a una ventana la niña diosa, la kumari deví, en su aparición diaria para la contemplación y adoración de sus seguidores.

Pero la verdad, que de las 20 ó 30 personas que estábamos allí esperando, la gran mayoría éramos turistas. El padre estaba ya asomado, vigilando que nadie preparara la cámara para sacar imágenes de la diosa y esperando el momento adecuado para mostrarla.

La niña se asomó por fin con cara de hastío. Un gran ohhhhhh resonó entre los presentes, como si aquella niña fuera algo más que una criatura encerrada en una jaula de oro. Pero enseguida el padre tiró de ella hacia atrás y nos echó una bronca monumental porque alguien había levantado la cámara para hacer una foto.

Luego, la niña volvió a aparecer por tan solo quizá diez segundos y no dedicó a sus adoradores ni una sola mirada, antes de volver a desaparecer en la penumbra de su palacio.

jueves, 24 de febrero de 2011

Tata



Cuando lo vi por la acera, caminando con la mirada perdida en el suelo, arrastrando levemente los pies, el pelo azabache y las manos en los bolsillos, lo reconocí al instante. Es el hijo mayor de Tata. Está hecho un hombre. ¿Qué será de su vida?

Lo recuerdo con la cara sucia y la ropa que nunca era de su talla, asido del borde del jersey de su madre. Siguiendo con sus delgaduchas piernas el deambular de Tata, que siempre llevaba en brazos algún otro chiquillo.

Nunca supe cuantos hijos tuvo Tata. Le salían chiquillos y se perdían de vista con el tiempo. Tata se trababa al hablar, caminaba un poco raro, con la cabeza siempre inclinada a un lado y la pose desgarbada. Se veía a la legua que no tenía todos los tornillos de la cabeza consigo.

Tata se quedaba preñada cada dos por tres y las vecinas que le regalaban algo en la venta o le daban la ropa que se le había quedado chica a sus hijos le decían pero Tata no te acuestes con hombres, que ya no puedes con más niños. Y Tata siempre contestaba Peo eh que me guta.

Un día me enteré que Tata había muerto. Pero hoy supe que su hijo vive en el mismo barrio.


lunes, 21 de febrero de 2011

110 nobeles de literatura


Y yo solo he leído a 15:

Kipling, Tagore, Thomas Mann,
Pearl S. Buck, Hesse, Hemingway, Juan Ramon Jiménez,
Sartre, Neruda, García Márquez, Naguib Mahfouz, Cela, Saramago,
Doris Lessing y Vargas Llosa.


Pero ya he empezado a ponerle remedio:


viernes, 18 de febrero de 2011

Nostalgia


Este blog está de incógnito. Ni mis amigos ni mi familia lo saben. Hace tiempo que tonteo con la idea de "sacarlo del armario"... aunque sospecho que más de uno lo conoce y no me lo dice y lo que es más triste, a alguno se lo he dicho y a pesar de eso, no lo conoce.

Hoy me puse a releer mis primeros posts... a ver cuáles quitaría si decidiera hacerlo público. Por ejemplo quitaría ESTE porque me daría cierta vergüenza.

Y me he emocionado leyendo los que puse entre febrero y junio de 2007... otro día seguiré leyendo hacia adelante en el tiempo, porque, modestia aparte, me han gustado muchas de las cosas que escribí o fotografié.

Pero sobre todo me ha encantado leer los comentarios. Hay auténticas joyas, un muy alto nivel. Y me ha dado nostalgia por algunos que ya no pasan ni comentan... Una pena... Así es la vida.

En cuanto a si hago público este blog o no...

jueves, 17 de febrero de 2011

la paz mundial


Cuando acabamos el trekking pasamos un par de días en Pokhara. En Pokhara hay un largo paseo repleto de restaurantes chill out y tiendas de artesanía y ropa hippy. Hay un lago enorme donde se alquilan botes de remo. De hecho Pokhara significa lago. Y hay una montaña al borde del lago. Y sobre la montaña hay una pagoda por la paz mundial.

Como a mí no me apetecía subir andando, subí en taxi y llegué antes que mis amigos. Era temprano y todavía no había llegado el mogollón de personas que suben para ver las vistas del lago y las montañas desde arriba.

Así que en soledad pude disfrutar del sitio y leerme el largo texto explicativo. Por si a alguien le interesa, pinchar para ampliar:


















En el templo, el buda dorado sonreía con esa sonrisa de paz interior que da una envidia... Yo también me puse en la posición de flor de loto. ¿Esa sonrisa será una quimera?

El sitio tenía algo especial. Me sentí bien. Paz, belleza... Cierta electricidad en la piel.

Algo que se diluyó al empezar a llegar gente y sacar fotos y fotos.

(Por cierto debo de salir en flick y en panoramio, porque estaba sentada en la escalera que daba al templo y salí en unas cuantas fotos, un día me busco...)











Templos dedicados a la paz mundial repartidos por todos los continentes. Para muchas personas, pamplinas. Pero quizá funcione, quizá los minutos que yo pasé allí intentando emitir paz a este destartalado planeta hayan servido de algo. Quizá las oraciones sirvan de algo...

De allí me traje este librito que me está resultando bastante inspirador. Las enseñanzas del budismo filtradas por un psiquiatra estadounidense, que busca explicaciones más "científicas" para lo que el Dalai cuenta con una sencillez poética.















Quizá, quizá...


La sonrisa del buda no es una quimera. Mientras haya caritas como estas, no estará la esperanza perdida...



















Hoy estoy trascendental :)

domingo, 6 de febrero de 2011

Último repecho

15 de noviembre:

"En una curva de la pista cogimos un camino empedrado hacia arriba que nos ahorró un poco de pista, fue nuestra última subida del trekking antes de meternos de lleno en el barullo de Besishahar.

En la subida nos adelantó un monje, rapado al cero y vestido de naranja, que se puso a preguntarnos de dónde veníamos, qué habíamos hecho... hasta que le sonó el móvil que llevaba en los pliegues de la túnica."

(Todo un símbolo para acabar el trekking)

"Esta noche fue la cena de despedida. Hicieron un gran daal bhat, con verduras y pollo. El nuestro era menos piro (picante) y teníamos los mejores trozos de pollo. Nos pusimos a comer todos juntos en la tienda grande y fue alucinante ver cómo comían los porters, algunos tres platazos que no sé cómo cabían en sus cuerpos enjutos."

"Después de cenar se arrancaron con canciones nepalís, con una botellita de whisky nepalí y coca-cola. La canción era la típica esta de repetir un estribillo e ir improvisando estrofas chistosas. Hicieron algunos párrafos sobre nosotros que no quisieron traducirnos. Luego empezaron a bailar, un baile bastante peculiar, moviendo el culito para aquí y para allá... y dando vueltas. Y nos fuimos lanzando a acompañarles. Nos reímos un buen rato."



miércoles, 2 de febrero de 2011

Una segunda aclimatación

El 13 de noviembre nuestra ruta se unió al itinerario de los Annapurnas, uno de los trekkings más populares de Nepal, que ya seguiríamos en nuestras últimas dos etapas, que para los que lo realizan son las dos primeras.

Aunque estaba claro que seguíamos en Nepal, nos supuso un trastoque mental y tuvimos que hacer una segunda aclimatación, esta vez no por la altitud sino por la nueva realidad de las cosas. El camino estaba ahora plagado de casas de comida, alojamientos, ventas e incluso algún que otro ciber. Había muchísimos caminantes que, aprovechando que este trekking está bastante dotado, lo hacen por su cuenta con grandes mochilas o tan solo con la ayuda de algún guía que también les echa una mano con el peso. Pero además de senderistas, nos cruzamos continuamente con porteadores que suben a los pueblos todo lo necesario: jaulas enormes de pollos, vigas de hierro para la construcción... Aunque se usan animales de carga, muchas personas no pueden permitirse tenerlos y transportan pesos inauditos colgándolos de una cinta que pasan por su frente.


Aunque yo venía dándole vueltas al tema de cómo nosotros, europeítos ricos, nos habíamos valido de los precios ridículos de la mano de obra en Nepal para organizarnos una expedición en toda regla, y que hubiera sido quizá más ético haber hecho un recorrido de estos en que te lo montas de manera más autosuficiente, aquí me di cuenta de que lo de la autosuficiencia es una fachada, porque en realidad te lo puedes permitir porque sigue existiendo esa mano de obra regalada que te sube todo a pie hasta esos lugares para que luego tú te puedas comer unos espaguetis sin que te cuesten un ojo de la cara. En fin, que, para variar, no hay una respuesta fácil a las cosas.

De cualquier manera, para nosotros fue un shock, porque ya veníamos acostumbrados a apenas encontrarnos turistas y que la gente estuviera básicamente en sus cosas, y no que todo girara alrededor del turismo... Y no voy a ser yo quien critique la industria turística, viviendo en un sitio que salió de la hambruna y la emigración generalizada gracias a la importación masiva de turistas. Deseo que la gente pueda alcanzar una mayor calidad de vida... pero me despierta no sé qué especie de picor por dentro, desconfianza, miedo y al mismo tiempo emoción por haber podido ver un mundo que en Nepal está a punto de desaparecer.


lunes, 31 de enero de 2011

El día que crucé el Larkia Lha


11 de noviembre

"Nos despertaron a las 4 de la mañana. Yo ya me había despertado hacía tiempo con el ruido del viento en la tienda y ya se oía gente moviéndose por ahí y recogiendo cosas.

Recogimos los petates y nos pusimos a desayunar pero no me entró mucha comida. Leche con cereales y un poco de torta de harina con miel. Me aflojé de tripa ¿picante, madrugón, nervios?

Salimos a las 5 y media. Aún era de noche. Con unas estrellas preciosas y un poco las montañas iluminadas. Un fisco de luz de luna tras las montañas, que enseguida se puso. Hacía bastante frío, se nos congelaron las mangueritas de los camelbags. Enseguida dejó de hacer falta el frontal.

Tras una pequeña subida, el camino fue llano un buen rato y me sentía bastante bien. Era como un pasillo entre la morrena lateral de un glaciar cubierta de nieve y una ladera sin nieve. Pero enseguida empecé a notar la altitud. Me costaba mucho subir y me tenía que parar cada 2 x 3.
















Prem se portó de maravilla conmigo, yendo detrás de mí, animándome, cantando, diciendo tonterías.

El paso es muy largo, se sube una loma, se sube otra, otra más y en cada una piensas que ya vas a ver las banderas de oración que marcan el punto más alto... Se pasan lagos helados (Prem tiró piedras y rebotaban en el hielo). Al fin, a las 11 alcancé el paso. Los demás llevaban ya un rato esperando.

Desde el paso, el camino baja primero suavemente y con bastante hielo, pero con piedras salteadas que te dejan apoyar bien, no se echaron en falta los crampones. Pero llega a un borde en el que baja vertiginosamente por una arista de tierra con vistas DESCOMUNALES sobre picos, glaciares, morrenas. Una pena que hoy fuera tan justa de fuerzas y apenas grabé."

"Lo más alucinante, LOS Y LAS PORTERS, algunos bajando por allí en cholas y cargados hasta lo impensable. Vi a una porter con sandalias de las de meter los dedos."

"Cuando acabó la bajada más vertical, caminamos un rato al lado de un glaciar y se oían los crujidos y las piedras cayendo, impresionante, lástima que la etapa fuera tan larga y no diera tiempo de sentarse un rato a contemplarlo".






domingo, 30 de enero de 2011

sábado, 29 de enero de 2011

up down up down


Extractos del diario del 6 de noviembre:


"Encima del repechón había una caseta que vendía bebidas, chocolatinas y cosas así. Había un señor muy mayor con una especie de violín de 3 cuerdas, de madera tallada, precioso. Y Prem tocó y el señor cantó un poco. Además se probó mis gafas de sol y me pidió crema protectora. Le salió un montón y se puso en los brazos y se remangó para ponerse en las piernas y tenía la piel superequetereseca. También Adrián vio a una señora con una herida infectada en el hombro y le dio pastillas de antibióticos :( "

"Desde Bihi Pedi seguimos subiendo, pero con subiditas y bajaditas. Le dije a Prem

UP DOWN UP DOWN

y él contestó, entonando

MANASLÚ ROUND

y con ese pareado montamos lo que promete ser la canción del trekking".


"Llegamos a un sitio de esos que tienen una magia especial: Ghap. El camino pasa por dentro de la stupa más grande que hemos visto hasta ahora, con pinturas dentro. Hay muchas construcciones alargadas hechas de lascas con inscripciones y dibujos de budas. Unas terrazas cultivadas, una cascadita sobre un terreno como más calizo, árboles con hojas rojizas y sus raíces abrazadas a enormes piedras. Muy zen!!"


domingo, 23 de enero de 2011

sábado, 22 de enero de 2011

Aquí en mí


Dos días después de escribir mi anterior post, mi abuela se puso mala. Tras 16 días ingresada, nos dejó. El mes que viene iba a cumplir 95 años. Tuvo una vida plena, donde regaló y recibió amor sin racanerías. En sus últimos días la acompañamos en todo momento y nos hartamos de darle besos y recordarle lo que la queríamos. Hasta el final, nos demostró su amor aunque solo pudiera con su mirada.

Tengo esa mirada aquí en mí para siempre. Te quiero yaya y te echo de menos.